jueves, 4 de febrero de 2016

Noticia



Un gran problema sin impacto.
El abandono animal circula por el sur de Quito.
 
Se mira las calles con fieles amigos sin hogar ni comida. Las lluvias, los prejuicios, el descuido y la maldad atacan a seres vivos con falta de comunicación y mala suerte.

El sur de Quito (¿dónde?) en la actualidad (¿cuándo?) está poblado de una gran cantidad de canes (¿quién?) sin hogar (¿qué?) por diversos descuidos (¿cómo?) otorgados al hombre común. Para los miembros de Urba Animal el abandono del hombre hacía los perros es un problema que se ha visto presente durante años. En estos años ellos no han visto mejoría en cuanto al trato que estos reciben en los diferentes sectores del Sur de Quito, Para Cecilia Estrella , rescatista de canes y representante de Adopciones Millena en convenio con Urba Animal, existen diversas situaciones por la que los canes son abandonados en las calles, pero su principal desacuerdo y molestia es el importismo que presento el hombre con ellos.
El importismo al que Cecilia se refiere es el dejar a los animales que una vez tuvieron un hogar en las calles sin conocimiento alguno de donde pueden obtener comida, un refugio y el cariño que necesitan. Las razones por las que ocurre este importismo son: el perro cambio su físico al crecer, ensucia mucho y no es del gusto de la persona por lo cual Cecilia ha buscado ayuda en varias organizaciones como es Urba Animal para solucionar ayudar con este problema.
Existen diferentes medidas pero la principal de Urba Animal es el caso de las esterilizaciones gratis a los diferentes animales de Quito, ya sean de la calle como de un hogar con la finalidad de evitar que existan más abandonos.
Andrea Saravino, representante y rescatista de Millena Adopciones, menciona que abandono animal no solo corresponde a botar a los perros a la calle sino también tenerlos afuera y no cumplir sus necesidades básicas. Presenta el caso del perro en manada. El perro en manada son los canes que han temido o no conocen la mano humana los cuales se vuelven inadoptables y en su mayoría agresivos al hombre. Dispone de la información positiva de la esterilización tanto en la salud del animal como en su control de hormonas para evitar pleitos en los canes masculinos y cáncer en el caso de las hembras.
Andrea Saravino busca como meta fundamental la educación en el hombre, concientizar en los niños para que estos influyan en el pensamientos de sus familiares adultos, que el hombre entienda que los canes son seres vivos que no están capacitados para comunicarse pero están dotados de varios sentimientos que deberían hablar por sí solos.
Existen varias personas ajenas a diferentes organizaciones ya sea por falta de tiempo o realizar diversas actividades de ayuda a los animales que no se cumplen en dichas organizaciones. Paola López es una de ellas, rescatista independiente del sector de Chillogallo, que mira por el bienestar animal y lucha por darles un hogar en su propia casa. Ser un miembro independiente de la ayuda animal no es nada fácil para ella, los costos elevados que debe cumplir para poder alimentar a los canes que posee en distintos momentos es un gran número por lo cual ella por medio de las redes sociales presenta su casa y acepta colaboraciones alejadas del ámbito monetario sino ayuda con comida para sus animales.
María José Arias, rescatista juvenil del sector Turubamba, presenta varios testimonios los cuales a presenciado por sí misma como es el caso de un rescate a una perrita cerca al Estadio Del Aucas, donde la encontró como ella menciona echa bolita, definida en base a frío y miedo la tomo y con su inmenso cariño le otorgo el nombre de Violeta. María tiene dos perritas a las cuales les dedica la mayoría de su tiempo para darles el amor que ella siente que necesitan para ser felices y tener una vida como la que todos meresemos.
Para Cecilia, Andrea, María y Paola el hombre está lleno de prejuicios y cede ante la maldad cuando observan a uno de estos canes sin hogar buscando una muestra de cariño o simplemente algo que comer, las reacciones que ellas han observado en las calles del sur de Quito llegan a la violencia del hombre tanto en arrojar piedras, patear con la finalidad de alejar al animal y en casos más tristes el veneno y las malas intenciones de tirar comida a las calles donde transitan los autos con el fin de matar al animal. 

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